¿Ya puedo preocuparme?

febrero 17, 2008 • Publicado en Punto de Vista
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Nunca me han gustado los alarmistas, pero ya estoy empezando a preocuparme. ¿Alguna vez les ha pasado que se levantan y se dan cuenta que está todo muy desorganizado aunque el día anterior las cosas parecían estar en orden? La casi ritual limpieza de primavera en los países nórdicos siempre está llena de sorpresas y siempre con la consabida frase qué desorden y qué montón de basura. Más localmente le llamamos sacar el diablo y es muy común hacerla cuando volvemos de vacaciones y queremos hacerle puesto a la nueva basura que hemos traído de la costa o del viaje por el campo. Más o menos algo así me pasó en estos últimos días pero mi pregunta es ¿y dónde dejo esta basura que me sobra? Varias noticias me han preocupado en estos días sobre mi basura y el basurero.

Arranquemos con la típica preocupación sobre los celulares. Hasta ahora nadie había demostrado que el uso del celular pudiera acarrear riesgos, pero ya hay un estudio que vincula el uso del celular con una mayor probabilidad de crear un tipo de cáncer. Y mirando un poco más en los datos referentes a este tema me encontré con que es posible cocinar un huevo usando dos celulares, y aunque este efecto requiere mucho tiempo para lograr un resultado, es totalmente factible pensar que el uso repetido de un celular podría afectar en algo nuestra salud. Ya hay productores de estos dispositivos desarrollando propuestas más amigables con el medio ambiente aunque falta ver si su uso llegará a tener un impacto real en nuestra economía. En adelante seguiré usando manos libres, claro que también me preocuparé por poner el celular lo más alejado de mi cuerpo y mientras más distante de mis gónadas mejor.

Pero la preocupación más grande llegó desde el océano Pacífico. Desde hace tiempo sabemos que estamos intoxicando al mar con toda nuestra basura, pero el problema es más complejo de lo que aparenta a simple vista. Ya hay zonas inmensas en el mar que son sumideros de basura, lo que representa un riesgo para el ecosistema marino, donde incluso la cadena alimenticia se está viendo perjudicada desde sus bases porque son más abundantes las partículas microscópicas de plástico suspendidas en el agua que el plancton disponible en algunas áreas del océano.

Y como si esto no fuera poco ahora una tesis doctoral informa que es más difícil recuperar zonas expuestas a contaminación constante pero moderada, en comparación con zonas que están en buen estado y sufren una catástrofe ambiental, lo que puesto en perspectiva significa que las zonas donde caen los desechos industriales en el mar tienen un mayor desorden ecológico y no se recuperarán fácilmente, en comparación con aquellas en las que se presenta el hundimiento de un carguero donde el mismo ecosistema marino puede ayudar en la recuperación del desastre, pero que las primeras son aceptadas socialmente hasta cierto nivel mientras que las segundas obtienen todo el impacto mediático.

Ya hay videos con recomendaciones para actuar disponibles en Internet y también se escuchan voces que llaman a tener calma porque las cosas no van tan mal como aparentan, pero la inacción no puede ser una opción en este caso, porque ya existe una gran fuerza haciendo basura así que debe ser necesaria otra fuerza limpiando esa basura que a su vez busque formas de hacer que nuestros desechos tengan un mejor fin que el desequilibrio del ecosistema marino.

No me gustan las alarmas y como defensor de la teoría Gaia entiendo que al final todo se volverá a estabilizar, pero por esa misma razón comprendo que los cambios pueden ser dolorosos y no necesariamente la raza humana salga bien librada de esta situación. Por eso me pregunto si ya va siendo hora de irnos preocupando.

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