Rap del Rebusque

Fui perseguido, expulsado, repelido, repudiado, señalado, segregado por la buena sociedad y yo… fui tratado como si fuera un bandido, y condenado sin derecho a un abogado aunque a nadie le hago mal, y yo. Y me han deja’o con los colores cambiados, y con los cables cruzados, extraviado, y eso no los aguanto más.

Que si no fuera por el Pibe Valderrama esta vida sería un drama, si no fuera por el Tino Asprilla esto sería la pesadilla. ¡Vengo yo, ahí vengo yo!

Sufrí de pena, sarampión, erisipela, mal de amor y varicela, de malaria, calentura y carranchín y yo… sufrí la estafa, el desdén, la corruptela, todos como sanguijuelas me timaron, me quitaron todo el pan, y yo. Y conviví con la sevicia con la astucia, la avaricia, la vagancia, la mentira, la carencia y la sandez.

Si no fuera por mi hermana no habría comida para mañana. ¡Y ahí vengo yo, ahí vengo yo!

Y trabajé como mesero, mensajero, mercachifle y embustero, camionero recorrí todo el país, yo… fui culebrero, vendedor, contrabandista, artesano y estilista, pregonero, desempleado y boxeador, yo… me aficioné a los bares, los billares, el alcohol y otros lugares, metederos que quiero recomendar.

Si no fuera por el Joe Arroyo, ¡ay! que aburrido sería este rollo. ¡Y ahí vengo yo, ahí vengo yo!

Y visité el Perijá, el Magdalena, Anolaima y Ambalema, Piedecuesta, Barranquilla y Ayapel y yo… pasé por Guaduas, Salamina, Río de Oro, desde Uribia, hasta Condoto, y luego a Cali y el dinero no se ve y yo… y trabajé en Majagual, Puerto Escondido, San Jacinto y aunque siempre andaba en ceros sé que nunca me varé. ¡No me varé!

Si no fuera por las olas, caramba, Santa Marta moriría, ay hombe. ¡Y ahí vengo yo, ahí vengo yo!

— Iván Benavides