Quibdó – San Pacho Bendito

El santo patrono de Quibdó es San Francisco de Asís, y las fiestas patronales de la ciudad reciben el cariñoso nombre de San Pacho. El primer día de los carnavales se hace el desfile de las comparsas de municipios chocoanos, empresas, colegios e instituciones. Este primer desfile es conocido como el desfile de banderas. En adelante, cada barrio de Quibdó presenta su comparsa como muestra de respeto al santo patrón. Cada día los barrios se van turnando el bastón de San Pacho, y el barrio encargado deberá hacer la procesión en la madrugada para recibir el bastón. Al caer la tarde deberá llevar la imagen de San Pacho hasta la catedral para el servicio religioso de la noche y volver con la imagen hasta el barrio, donde la esperan para iniciar la fiesta. Esto se hace para todos y cada uno de los barrios de Quibdó, y por eso los carnavales de San Pacho se prolongan por casi un mes.

El carnaval de San Pacho por ser una fiesta religiosa organizada por afrocolombianos está imbuido en elementos africanos, como tambores, danzas, y vestidos multicolores. Los que están fuera de la ciudad vienen a las festividades, y los que no pueden les envía dinero a sus parientes para que compren la ropa a estrenar y ofrezcan gratitud a San Francisco. Es tal el reconocimiento que tiene este Carnaval a nivel mundial que viene gente de diferentes nacionalidades a Quibdó, como Jacques, un francés que vino con grabadora en mano para guardar el audio del desfile. Es incómodo reconocer ante un extranjero la poca divulgación que el carnaval tiene en Colombia.

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Las comparsas concluyen su recorrido junto a la catederal de San Francisco, lateral al malecón del río Atrato, lugar de reunión para la presentación de eventos, y desde donde se puede observar el atardecer mientras ilumina las aguas del río con un color dorado; varios ríos de Chocó tienen oro y platino, y la zona del malecón está repleta de tiendas donde compran estos minerales preciosos.

Al lado de la catedral, un trompetista y un trombonista tocaban sobre una pista musical. Llegué a pensar que se trataría de alguna costumbre local, similar a las guerras entre bandas en Nueva Orleans, pero en realidad se trataba de una orquesta que estaba grabando un video. Sería interesante para el turismo de la ciudad, y hasta romántico, hacer una guerra de orquestas de chirimías desde los balcones del malecón.

Y como es normal en estas tierras, sin previo aviso comenzó a caer un chinchinchín, que es el nombre con el que se conoce por acá a la lluvia menuda mas fuerte que el rocío, pero no tan intensa como una lluvia.