La eterna historia de la burocracia
julio 15, 2010 Publicado en Arte Punto de VistaPara los burócratas solo cuenta lo que está escrito en las actas. Si, según sus documentos, resulta que estás muerto, es inútil decirles: «¡Yo estoy aquí, delante de usted, vivo!» Él responderá con registro en mano: «¡Los papeles cantan! Todo cuanto puedo hacer por usted es rezar una oración por su alma». Así, por ejemplo, si has encontrado trabajo en el extranjero y precisas los documentos para el pasaporte, ante el hecho comprobado de estar muerto no tendrás otra opción que quedarte acá hasta morirte de hambre. Y luego, una vez ya muerto, y tus duelos inicien los trámites para la inhumación, el burócrata, sacudiendo la cabeza, exclamará: «Todos estos jóvenes son unos testarudos. ¡Yo ya le había explicado al ciudadano una docena de veces que estaba muerto!»
— Extracto adaptado de Vida en familia, de Giovanni Guareschi.