La Cocha

A media hora de Pasto está la laguna de la Cocha, la segunda masa de agua continental más grande del país después de la Tota, y el primer ecosistema inscrito por Colombia en la lista de humedales en protección por su valor hídrico y ecológico. Técnicamente hablando la Cocha es en realidad un lago de origen glaciar, alimentado por el río El Encano, que a primera vista no parece ser un río sino un canal. Lo que llama la atención es la falta de movimiento en la superficie del río, e incluso algunas personas de la localidad llegan a afirmar que este no desemboca en el lago, sino que hace parte de él. La verdad es que el río sí tiene corriente, solo que esta va por debajo de su superficie y desemboca en el lago formando uno de los tres estratos de corrientes diferenciables de la Cocha, lago que en algunos puntos llega a tener hasta casi 80 metros de profundidad.

La Cocha también es conocida como el lago Guamués, y su río homónimo nace al sur del lago sirviéndole de desagüe. Tengo la sensación que es precisamente un intento de cambiar el error técnico de denominar a la Cocha como laguna que se emplea el nombre de lago Guamués, pero el nombre de Cocha proviene de una palabra quechua que significa laguna, lo que le da sentido al topónimo.

La zona está habitada por pescadores y agricultores. Un olor a cebolla me recordó la población de Aquitania, próxima a la laguna de la Tota, aunque el olor solo lo sentí durante un tramo antes del Encano, mientras que en Aquitania el olor se sentía en todas partes.

Próximo al lago hay un hotel que bien podría ser descrito como un chalet suizo. Los pobladores dicen que el propietario del hotel fue un helvético enamorado de la belleza de la Cocha, y los constructores de la zona copiaron el estilo del hotel, creando una arquitectura propia y adaptada a las necesidades del terreno. Es en el cacerío llamado El Puerto donde más se nota aquella amalgama de palafitos, colores y terminados de tipo chalet.

La mayoría de las casas de El Puerto funcionan como restaurante, y por estar al lado de un lago de clima frío la especialidad de la zona no puede ser otra más que la trucha arcoiris. También ofrecen dulces típicos de la región, como el dulce de chilacuán que se prepara con una fruta parecida a una papayuela. Para el frío ofrecen una bebida de frutas con licor llamada ‘hervido’, preparada anteriormente con licor destilado en forma casera, y si aun así el frío sigue siendo insoportable se puede preguntar por un fogón de carbón que colocan al lado de las mesas.

Los lancheros de El Puerto ofrecen un viaje hasta la Corota, una isla que parece una totuma colocada al revés en medio de la Cocha. La leyenda cuenta que una princesa indígena, esposa del cacíque de la región, huyó con su amante por el valle, y mientras dormían juntos en una pradera tumbaron la totuma con chicha que un niño les había regalado. El líquido derramado creció tanto que al final llenó el valle y así se formó el lago, mientras que la totuma formó la isla de la Corota. También dice la Leyenda que cuando el cacique llora por la infidelidad de su esposa la Cocha se desborda y afecta a las poblaciones vecinas.

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Recorrer este cacerío implica pasear por caminos de madera que discurren sobre los canales, atravesar puentes y saludar a los pescadores que pasan por el río. Y al fondo se ven algunas construcciones dedicadas a la siembra de alevinos, a donde solo se puede llegar en lancha.