La Ciudad Blanca

noviembre 12, 2008 • Publicado en Viajes
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Popayán guarda en sus calles los recuerdos de un amor que de vez en vez me inquieta, y por cuya causa hice el viaje hasta este pueblo blanco en varias oportunidades. Sentado en la ladera del morro -el cerro tutelar- recordaba uno a uno los sitios que alguna vez me señalaron de la ciudad. Recordaba que a un lado estaba la Universidad del Cauca, más adelante el hospital, del otro lado el centro, más cerca el pueblito payanés, en el otro cerro la iglesia de Belén, y todos pintados con su uniforme blanco característico.

 
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Como ya mencioné, a un lado del morro está el pueblito payanes, un lugar de venta de artesanías, tejidos y cervezas. Siempre que veo algo de artesanías debo pasar a mirar, aunque nunca compre nada en estos sitios, es la costumbre que queda después de acompañar ‘solo a mirar’, porque estos puestos son como un imán para toda las mujeres en busca de accesorios.

El otro lugar de parada acostumbrado en Popayán es la iglesia de Belén, construida sobre el cerro del mismo nombre y desde donde se tiene otra vista panorámica de la ciudad. La gente acostumbra mirar por el ojo de la cerradura al interior de la capilla, en especial en la noche cuando la iluminación le da un toque especial a las imágenes. Al lado de la iglesia hay una cruz que tiene cuatro inscripciones al rededor, una de estas oraciones ofrece un P.N. a Jesús para que libere a la ciudad del comején, la plaga que persigue a todas las construcciones hechas en madera. Lo que me llama la atención sobre este escrito es la abreviatura P.N. que claramente hace referencia a la oración del “Padre Nuestro”, pero que escrito de esta forma tiene similitud sonora con la palabra ‘pan’. Muchas veces escuché a mi abuela decir que le ofrecería un pan a San Antonio para encontrar un objeto perdido, o un pan a San Miguel para que nos librara de todo mal. Bueno, esos eran mis tiempos de católico que moría en el altar, ahora ya no sé en qué creer, pero de momento tengo la sospecha que el término ‘pan’ y las iniciales ‘P.N.’ tienen algo en común.

El centro de Popayán es uno de los mejor conservados de Colombia, y su carácter colonial le representa a la ciudad su mayor atractivo turístico. Este valor patrimonial ha hecho que las paredes blancas de la ciudad sean catalogadas como objetivo de los inconformes con las políticas municipales, así que nunca falta una bomba de pintura contra las paredes blancas durante las manifestaciones. El centro de Popayán tiene facultades universitarias por todas partes, y para muestra vasta decir que la facultad de humanidades de la Universidad del Cauca se ubica a media cuadra del parque de Caldas. La plaza fue nombrada en honor a Francisco José “el sabio” Caldas, uno de los tantos hijo ilustre de la ciudad. En este pueblo blanco han nacido científicos, artistas, políticos y militares de importancia para Colombia, es la ciudad que más hijos a visto sentarse en el solio de Bolivar, y fue tal su renombre en tiempos de la colonia que era posible encontrar abogados, oidores y obispos payaneses en toda la América española.

 
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A unas cuadras del parque se encuentra el ‘puente del Humilladero’, construido sobre la falla que separa el barrio Bolivar con el centro de la ciudad. Se dice que antes de la construcción del puente el recorrido desde el barrio hasta el centro se hacía casi de rodillas por la dificultad del terreno, y en recuerdo de aquellos tiempos al concluirse la obra la gente le dio ese nombre al puente. Después de su construcción el puente se convirtió en una de las entradas principales de la ciudad.

 
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Bajando por los laterales del humilladero se llega está el Hotel la Herrería, en cuyos bajos funciona un café que me trae muy buenos recuerdos. Que bien cae un café en momentos de nostalgia. Mientras tanto un vendedor de frutas ofrecía granadillas de quijó, similares a sus parientas más famosas, pero de sabor más dulce.

3 Respuestas a “La Ciudad Blanca”

  1. Describes los lugares mas bonitos de la ciudad, pero no describres la poca calidad humana de sus habitantes Payaneses, los cuales se han quedado dos siglos atraz con respecto al resto de la humanidad, sumidos en esa idalguia Española y falta de compromisos con las demas subregiones del Departamente del Cauca, da la impresion que Popayan pertenece a cualquier región del mundo, menos a nuestro Departamento.

  2. Me encantaría que cada vez que dicen ¨la ciudad blanca¨, recordaran que desde que Sergio A. Rojas Fajardo hizo su canción ¨Ciudad de Paredes Blancas¨ quedó rebautizada de esa forma. también le cantó al Puente del Humilladero, a la Ermita, a Calibío, Linda Payanesa, a la Torre del Reloj y su pasodoble Valle de Pubén entre muchísimas otras composiciones. Existe un disco con la voz del fallecido Gerardo Arellano y ¨Ciudad de Paredes Blancas¨ interpretada en otro por César Reinaldo López.

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