ISO perdió toda credibilidad por cuenta de OOXML

abril 2, 2008 • Publicado en Punto de Vista

Me desconcierta ver cómo la confianza en una de las entidades que más respetaba se fue a pique en cuestión de unas semanas, y lo que aun me parece más grave es saber que la representante de esa entidad en Colombia fue parte del proceso y votó a favor de un especificación que a todas luces no es adecuada para ser un estándar.

Los estándares son para mí la seguridad de poder interactuar con algún elemento. Si sé que un cable de red cumple con el estándar entonces estoy seguro que puedo usarlo, si sé que un tubo cumple con el estándar entonces puedo estar seguro que va a encajar con el resto de la tubería, si sé que una aplicación cumple con un estándar entonces podré desarrollar otra que pueda leer sus datos o que interactúe con ella. El ejemplo más claro que puedo darles de las ventajas de seguir este tipo de normas es Internet y las páginas Web; si cada navegador tuviese su propio lenguaje de hipertexto entonces el WWW sería una torre de Babel, pero ustedes pueden leer esto porque existen HTML y una entidad dedicada a mantenerlo. Podría hacer una larga lista de los errores de Explorer y Netscape sobre HTML y CSS que llevaron a la guerra de los browsers, de la cual salió Microsoft victorioso, pero cuyas consecuencias fueron desastrosas y que demuestran el peligro que se presenta cuando una empresa no sigue las normas del estándar que se supone debería respetar.

Hace unos años se desarrolló un estándar para los documentos de oficina conocido como OpenDocument. Este sigue las normas de XML bajo los estándares de datos ya aceptados y su objetivo principal es facilitar el compartir los archivos entre diferentes aplicaciones de oficina y poder leerlos aunque pase mucho tiempo. Sus especificaciones están disponibles para que cualquiera pueda crear aplicaciones que empleen este formato.

El consorcio encargado de mantener este estándar se denomina OASIS y dentro de su lista de miembros están varias empresas conocidas, pero tal vez la parte más notable del desarrollo del OpenDocument fue la ausencia de Microsoft, que aunque es miembro de OASIS decidió seguir con su propio formato de oficina, lo que al final conllevó a la situación a la cual me estoy refiriendo en estos momentos.

El formato de documentos de MS Office es un estandar de facto. La mayoría de los documentos adjuntos que llegan por correo electrónico son de este tipo. Su uso es tan popular que cuando nos referimos a una ‘presentación’ le decimos ‘archivo de power point’, al documento de hoja de cálculo le decimos ‘documento de excel’ y al de procesador de texto le decimos ‘documento en word’. Es clara la ventaja en el mercado de Microsoft con su producto, así que en vez de ayudar a crear un estándar era mucho más sencillo para Microsoft extender sus archivos de Office para que cumplieran con las normas de XML y buscar que fuese adoptado como un estándar. A la especificación propuesta por Microsoft se le conoce como OOXML.

El documento de más de 6000 páginas que describe esta especificación fue puesto a disposición de ECMA quien se encargaría de hacer todos los trámites y los ajustes para conseguir que OOXML fuese adoptado por ISO. Es acá donde se notó claramente que el formato no podría cumplir con las normas para ser declarado como un estándar, todo por una serie de errores técnicos que parecen increíbles, entre los más notables:

  1. Intentan estandarizar un bug de Microsoft por el cual usaban divisiones de 1000 en vez de 1024 cuando se trata de pasar de Bytes a MegaBytes.
  2. Otra estandarización de un bug de Microsoft, esta vez se trata las fechas. Otro ejemplo de este bug.
  3. No se crea una entidad independiente encargada de mantener el estándar, sino que Microsoft y ECMA seguirán siendo quienes rijan las normas de OOXML.
  4. El uso de OOXML no dará seguridad contra patentes, es decir que una entidad que quiera crear un intérprete de OOXML tendrá que ir con cuidado para no ser demandada. Muchas de las partes de OOXML están bajo patente de Microsoft, empresa que no da muestras de querer liberarlas.
  5. No usa estándares para caracteres no latinos en la definición de los URL.

Y así seguirá la lista por lo menos hasta los 300 problemas, como se vio en la primera vuelta que se hizo del proceso. Las preguntas que se enviaron a ECMA sobre la especificación obtuvieron en algunos casos una respuesta catastrófica. Hay bugs en el uso de XML, otros en cuanto a los accesos binarios, hay problemas con la definición de los MACROS y se encontraron huecos de seguridad. Pero tal vez la parte que más preocupa, si se piensa que es un estándar, son las 6000 páginas de documentación; con una descripción de esa complejidad son muy pocos los que podrán alcanzar a hacer una aplicación bajo este estándar, que para empezar ni siquiera está implementado actualmente por MS Office y que muy seguramente no será implementado en su totalidad, incluidas las correcciones, y como queda visto la entidad que regirá la norma será MS y no un ente con varios miembros, lo cual le resta credibilidad.

Lo anterior es en lo tocante a la parte técnica, pero el problema no paró ahí. En un mundo ideal una propuesta de este tipo pasaría por varios ciclos de depuración hasta que se desista de ella o que al final se obtenga un estándar. Después de la primera vuelta que se hizo en septiembre de 2007 de la cual salieron los 300 bugs se propuso una nueva vuelta para continuar en el proceso y así permitir a ECMA hacer los ajustes necesarios.

Pero en la segunda vuelta se presentaron varias irregularidades en muchas de las entidades que deberían votar en la aprobación. Las más sonadas fueron las de Noruega donde el 80% de sus integrantes votaron por ‘No’ y la respuesta que se envió a ISO fue un ‘Sí’, o la de Alemania en donde solo se podía votar por ‘Sí’ o ‘Abstenerse’, o la de Estados Unidos donde se duplicó el número de votantes, los nuevos resultaron a favor de la propuesta mientras que los originales votaron por el ‘No’.

Pero el caso que me toca con más fuerza es el de Colombia, el comité estaba compuesto por 14 miembros de los cuales 9 tienen algún contacto con Microsoft. Podrá ser cierto que una persona de principios y con claridad técnica sabrá separar sus negocios de este tipo de decisiones, pero también es claro que una persona con principios y ética que sea Gold Parner de MS entendería que existe una inhabilidad y que debería abstenerse del proceso para darle credibilidad al resultado. Si bien la decisión se tomó por consenso es claro que la mayoría del grupo no cumplía con esa credibilidad. Acá algo no huele bien.

Si ante todas las pruebas de problemas técnicos, la incompatibilidad con estándares aceptados, la poca libertad para su empleo, si aún así una entidad de estandarización la acepta como un estándar entonces esta pierde toda mi credibilidad. Ahora mi pregunta es ¿puedo confiar en un estándar propuesto por Icontec después de saber que aprobaron OOXML? ¿Puedo confiar igualmente en ISO después de todas estas irregularidades? Antes me daba tranquilidad ver un sello de Icontec o un ISO en un producto, ahora no va a significar nada.

2 Respuestas a “ISO perdió toda credibilidad por cuenta de OOXML”

  1. La Organización Internacional para la Estandarización o International Organization for Standardization (ISO), es una red de institutos de normas de 157 países, cuya finalidad es la coordinación de las normas nacionales, en consonancia con el Acta Final de la Organización Mundial del Comercio. La ISO es un organismo que no depende de ningún otro organismo internacional, sin embargo, posee vinculación con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como órgano consultivo y coopera estrechamente con la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) que es responsable de la estandarización de equipos eléctricos.

    Cabe destacar que la ISO no tiene autoridad para imponer sus normas a ningún país y que estas normas no constituyen una obligación para el desarrollo de productos y para la seguridad de las empresas. Sin embargo, es claro que las decisiones que toma en torno a la estandarización de procesos de fabricación, comercio y comunicación tienen un importante efecto en el desarrollo e instauración de tecnologías.

    Desde este punto de vista, la ISO tiene la obligación de velar por el desarrollo de un trabajo independiente de los intereses de las empresas y de las industrias que se ven afectadas por sus estándares. No puede permitir manipulaciones de ningún tipo. Si esto llega a ocurrir, la ISO, como organismo, debe responder ante la opinión pública, ante la ONU y ante la IEC.

    Si efectivamente hubo irregularidades en el proceso de estandarización de OOXML (IS 29500) y esas irregularidades son demostrables, es imprescindible que aquellos que cuenten con antecedentes serios los den a conocer a través de la red o a través de los medios de comunicación. La manipulación de una norma de esta naturaleza es un asunto muy grave, concierne a los gobiernos y a todo ciudadano que necesita utilizar formatos electrónicos de documentos, independiente si es o no usuario de ODF o de software libre.

    Normalización en cada país

    Independiente de los vicios que haya tenido el proceso de estandarización de OOXML (IS 29500), son los gobiernos y los organismos de normalización nacionales quienes determinan, en mayor medida, la adopción o no adopción de una norma. Es, por tanto, en este ámbito, donde hay que presionar más fuertemente para defender nuestros intereses como usuarios. En la actualidad, más del 70% de las personas en Chile que utilizan la suite ofimática de Microsoft lo hacen de manera ilegal. Si el formato OOXML, efectivamente, queda relegado a las aplicaciones propietarias de Microsoft, es inmoral y, tal vez, hasta inconstitucional, que el gobierno chileno adopte OOXML como estándar, ya que estaría forzando a los ciudadanos a comprar el producto de una empresa privada o a obtenerlo de manera ilegal. Hay que tomar en cuenta que, cada vez más, contar con estas herramientas para manejar información deja de ser el privilegio de unos pocos, para convertirse en una necesidad de la mayoría, sobretodo si se considera que muchos de los procesos que los mismos organismos de gobierno impulsan requieren del uso de aplicaciones ofimáticas.

    Conclusión

    Que la ISO haya reconocido OOXML (IS 29500) como estándar, no significa, en absoluto, que sea el formato que deben adoptar los países que tienen participación en este organismo, ni tampoco el que debamos utilizar nosotros como usuarios.

    Es importante defender nuestros derechos, y presionar en los ámbitos en los que tenemos influencia, para comunicarnos mediante tecnologías que se adapten a nuestros requerimientos e intereses.

    No porque Microsoft haya logrado posicionar un formato propio como estándar internacional, se ha solucionado la contradicción que hay entre el uso masivo de sus productos y la situación de ilegalidad en que se encuentra la gente por las definiciones de licenciamiento que hace la empresa.

    No porque Microsoft haya conseguido dar reconocimiento a OOXML, este formato ha pasado a ser una mejor opción que ODF. De hecho las aplicaciones basadas en ODF pueden llegar a beneficiarse si dan la posibilidad de mejorar la importación y exportación de los productos Office de Microsoft. Además de ser gratuitas, de código abierto, con archivos más estables y más livianos, sin problemas de licencias para las empresas y para los usuarios, serán más compatibles con los documentos que ya existen y que manejan la mayoría de las personas.

    Por último, si se llega a demostrar que el proceso de estandarización de OOXML ha sido irregular, no sólo veremos como la la ISO, una institución de reconocimiento mundial, se hunde en el desprestigio, sino que probablemente seremos también los espectadores de la manera en que se desploma un dinosaurio (Microsoft), que está dando sus últimas sacudidas antes de desaparecer junto a un modelo de negocios y junto a un paradigma de sociedad.

  2. Marcelo, tienes razón en todo lo que dices. No es obligación usarlo pero queda claro que ya tiene un guiño por parte de ISO. El problema que quiero compartir es la poca credibilidad que para mi tendrán ISO e Icontec en adelante, punto que por lo que leo compartes conmigo en el último párrafo de tu comentario.

    Además voy a agregar una anécdota que puede servirte de referencia. En una ocasión mientras trabajaba para una alcaldía en una población de Colombia llegó un documento en formato de Excel. Sabía que podía usar OpenOffice para leerlo pero quería hacer un experimento así que llamé al Ministerio desde donde lo habían enviado y solicité que lo reenviaran en un formato que pudiéramos leer en la alcaldía, cuyos computadores tenían instalada una aplicación ofimática que no ofrecía un mecanismo para importar documentos de MS-Office. La recomendación fue conseguir un MS-Office, e indignado les pregunté si estaban insinuando que debería conseguir una copia pirata. Ya el resto de la historia no va al caso, pero deja en claro la nula conciencia que hay al interior de los entes gubernamentales en cuanto a la piratería. Es posible que en los altos niveles las cosas aparenten ser diferentes, pero por lo visto no es política de nuestros estados atacar la piratería en lo tocante a la forma en que se comparte la información.

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