Extra tiempo

Me he dedicado a deshacer mis pasos, visitar algunos sitios que me dieron alguna impresión o que pensé visitar un fin de semana cuando estuviera atestado de gente. Así que voy a ir al micro-centro a caminar por Defensa hasta San Telmo y visitar su feria artesanal. Como tal más que feria artesanal es una feria de antigüedades, desde partituras y libros hasta radios y vitrolas. Claro que hay artesanos, aunque no son los más destacados. Lo que si se hace notar es una banda por cuadra, el grupo de polka, los que tocan guitarra contemporánea, un grupo de tango con piano incluido y demás grupos con sonidos que no son de estas latitudes. Otra vez visité el Desnivel, el cual esta vez está repleto y hay que hacer fila para entrar, pero la atención sigue siendo genial. Lo recomiendo, no esperen atención 5 estrellas, y si van a pedir un salero no se les haga raro que les respondan que se lo pidan al de la mesa de al lado.

Salí de San Telmo y volví hacia Florida para ver los kioskos con revistas y posters, no con intención de comprar pero si de ver, y mientras volvía entré a un Havanna, tal vez nostálgico pensando en la falta que me harían en Colombia.

Ahora voy hacia Recoleta para ver la feria artesanal, esta vez sí es más una feria artesanal que de antigüedades. Los caminos de los parques se han organizado con puestos para ventas que no estaban antes, todo un trabajo de logística porque montar todos esos puestos en una noche debe ser un record. Cada plaza de las que están al lado de Recoleta tienen un espectáculo propio, está la plaza con bailarines de tango, la plaza con los que tocan rock pobre (recuerden a Calamaro cuando estaba en los Abuelos de la Nada), los que hacen una fusión extraña y un show cómico al mimo tiempo, que mezclan cumbia villera y rap. Esta vez se hace más claro que caminar por los parques es parte de la vida del porteño.

Por último voy a Palermo a la Plaza Serrano, y entro en un bar Quilmes a tomarme unas cervezas. La pregunta es ¿Stout o Bock? Y bueno, y viste, y este, prefiero la Bock.

Por último debo decir que los ascensores en realidad son lindos pero desesperan porque son poco prácticos y muchas veces aceleran muy rápido y uno siente que se descuelga.

Hoy me he percatado de algo…. ya estoy haciendo ademán con las manos. Ahora si que veo que ya llevo tiempo viviendo entre Argentinos.